La primera llamada telefónica del estado, fue en Girona.
El 27 de diciembre de 1877, se produjo la primera conversación telefónica del Estado, que enlazó a las ciudades de Barcelona y Girona.
La conexión se realizó siguiendo el trazado del tren y tuvo como punto de llegada la antigua estación, pero pocos días después se hizo una prueba más consistente desde un aula del instituto Vell.
Después de dos pruebas en la ciudad de Barcelona, de la que la primera dentro del recinto de la escuela de Ingenieros y la segunda con una línea de cable que conectaba el castillo de Montjuïc con el recinto de la ciudadela, el día de Sant Esteve de ese año, se intentó llevar a cabo una primera llamada de larga distancia, concretamente entre las ciudades de Barcelona y Girona, a través de dos teléfonos instalados en las respectivas estaciones de ferrocarril.
Al día siguiente, la experiencia se repitió, en este caso desde un aula del instituto Vell de la calle de la Força, el actual Museo de Historia de Girona, nuestro espacio con historia. La mayoría de medios destacaron aquella innovación y algunos, incluso, se entretuvieron en detalles curiosos, como que «en los intervalos en los que no se hablaba, en el extremo del teléfono se escuchaban perfectamente a través del aparato receptor los ruidos que producían los cinco hilos que pasan por la misma línea, y como dos de ellos estaban en plena actividad pudieron escucharse perfectamente los despachos que se enviaban desde los aparatos del Estado y los del ferrocarril» .
Esta circunstancia, añadida a la «falta de hábito para hablar y escuchar a través de este invento y al no disponer de un espacio totalmente aislado, tal y como reclama el inventor, algunas veces no se podía mantener una conversación extensa, si bien se oyeron y contestaron un montón de preguntas».
Esa misma noche, se llevó a cabo una nueva prueba, con resultados aún más satisfactorios. En este caso, los aparatos se trasladaron a las estaciones telegráficas, con las que se logró «una mayor claridad en la transmisión y recepción».
Pocos días después de ese hito, se hicieron los primeros ensayos en el Estado, en este caso entre los ministerios de la Gobernación y de la Guerra, una buena prueba de la utilidad que se encontraría en el nuevo artilugio tecnológico.
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